domingo, 7 de septiembre de 2008

La sal de mi cabeza

salta
me adelanta,
da vuelta y me encara.
Se ríe.
Me tropieza,
me re-empuja,
me tira arena,
agua.
Polvo cuando corre,
asco cuando la veo.

La sal de mi cabeza
esta ahí
en el camino no caminado.
En el silencio oscuro,
en la bulla de extraños.

Cuando doblo, caigo;
cuando subo, se lanza;
miro por el balcón
y se mata saludando.

La sal de mi cabeza
es negra.
Pienso que no la veo
y siempre estuvo.
Es amarga y triste,
ácida de día,
droga de noche.
Es esperma muerto,
sangre que no para,
salitre sobre los dd.dd.

La sal de mi cabeza
es torpe
porque hiere y no ama.
Rápida, salta, me adelanta,
me encara,
se burla y
dispara.

No hay comentarios: