domingo, 7 de septiembre de 2008

parasicología

Me pone tanta atención.
Cambia de posición sólo para mirarme,
pone su rostro entre sus manos
y luego lo suelta a través de un “sí” de su cabeza.
Escribe lo que digo con su mano izquierda.
Su cuaderno no es para zurdos,
si lo fuera no se le escaparía.
Se ríe forzosamente de mis chistes,
y forzosamente me encuentra interesante.
Se sube a su silla y se retuerce en ella.
Admiro la forma en que se sienta,
tan chueca, con patas pa llá y pa cá,
patas debajo, patas pal lao;
me pregunto, cómo es que no tiene la espalda doblá?
Y sus botitas negras apuntando la pared,
me distraen.

Como que algo quiere conmigo.
Trata de no hacer nada que me quite la confianza,
trata de hacer todo para lograrla.
Nuestra confianza consiste en
llenar su cuaderno con mi poca vida.
Coloca su pelo liso, detrás de sus orejas,
que se abren casi tanto como sus ojos.
Trata de no ocultarse,
lo que no significa que me espere desnuda.
De hecho tiene pensao no abrazarme jamás.
Es una profesional de la distancia.
Pero el interés es real,
quiere algo de mí.
¿o acaso
____mi paranoia
_________es tal que pienso
_________________que un organismo
_________________________la ha contratado
___________________________________para
____________________________________hacerme preguntas?.
Si fuese así ella sería imaginaria.
y No
si Ya hasta le tengo un nombre,
le digo cariñosamente mi sicóloga,
aunque de mi no tenga nada.

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