(sin título)

como huevo revuelto,

cuchara de madera en mano.
raspo la paila.

como huevo y teflón invisible.
de fondo la horrible voz de un poeta exitoso y muerto.
sigo raspando la paila.

lo odio, un trotamundos, no como yo.
vuelvo a raspar.

más rato lavo la loza.

no hay nada mejor que cantar mientras lavo la loza,
aunque el agua helada me mate los tendones,
pero mientras
raspo la paila.

mis ojos no se reflejan en el pedazo de paila sin teflón,
mis ojos no reflejan nada más que mi desorden.
la taza se tiñe con el té frío,
mis dientes se tiñen con el cigarro.
y yo todavía tengo esperanzas
de encontrar la miga perdida
en el fondo de la taza
aunque ya no haya nada que raspar.