Cuando era pequeña me preguntó mi madre qué quería ser cuando grande.
-Carnicera- respondí con sinceridad
-Supongo que tendrás una muy buena razón para querer cortar animales muertos.-
- Es que me gusta el movimiento del cuchillo cuando entra en la carne, madre, ese cuchillo que entra y sale y que a pesar de abrir de par en par el animal no corta las manos del carnicero. Siempre sueño con eso y en ciertas noches llega hasta mi ese olor dulce que tiene la sangre cuando está tras la vitrina.- respondí.
- Espero que se te pase, porque tener una hija asesina no es ninguna gracia- dijo mi madre entre carcajadas.
- No madre, no seré asesina. Te lo prometo. Sería muy triste para una mujer sola, que su única niña le diera motivos para llorar.
Y mi buena madre me miró con espanto. Supe por sus ojos que se había desilusionado, y que además de eso había algo que la perturbaba profundamente.
Con el pasar de los años, comprendí aquel temor que le venía de las entrañas. Ella murió en paz sabiendo que en vez de carnicera me hice prostituta. Un cuchillo poco afilado entraba en mis carnes púrpuras cada día encima de una cama blanca. (sigue)
Con el pasar de los años, comprendí aquel temor que le venía de las entrañas. Ella murió en paz sabiendo que en vez de carnicera me hice prostituta. Un cuchillo poco afilado entraba en mis carnes púrpuras cada día encima de una cama blanca. Tu lo comprendiste antes que nadie mi gran amante. Finalmente eres tu el que juega al carnicero mientras yo me revuelco como un animal herido.
gracias por pasarte por mi blog, tu escritura fasina pega como un pico que cae con fuerza deja su huella sobre el asfalto dificil de olvidar es una caida sin fondo... seguire tu paso leyendote guillo
7 comentarios:
las últimas tres publicaciones están la raja, nada que decir.
Los textos está mortales, sobre todo el "carta de" y los paneos de "maní esto" bien hechitos.
sigue así y algún día serás algo más digno que un músico de pacotilla
no se nota mucho, pero igual te quiero hueón
debajo de un macetero...
como una llave sin usar?
aqui esta:
DOBLE FILO
Cuando era pequeña me preguntó mi madre qué quería ser cuando grande.
-Carnicera- respondí con sinceridad
-Supongo que tendrás una muy buena razón para querer cortar animales muertos.-
- Es que me gusta el movimiento del cuchillo cuando entra en la carne, madre, ese cuchillo que entra y sale y que a pesar de abrir de par en par el animal no corta las manos del carnicero. Siempre sueño con eso y en ciertas noches llega hasta mi ese olor dulce que tiene la sangre cuando está tras la vitrina.- respondí.
- Espero que se te pase, porque tener una hija asesina no es ninguna gracia- dijo mi madre entre carcajadas.
- No madre, no seré asesina. Te lo prometo. Sería muy triste para una mujer sola, que su única niña le diera motivos para llorar.
Y mi buena madre me miró con espanto. Supe por sus ojos que se había desilusionado, y que además de eso había algo que la perturbaba profundamente.
Con el pasar de los años, comprendí aquel temor que le venía de las entrañas. Ella murió en paz sabiendo que en vez de carnicera me hice prostituta. Un cuchillo poco afilado entraba en mis carnes púrpuras cada día encima de una cama blanca. (sigue)
continuación)
Con el pasar de los años, comprendí aquel temor que le venía de las entrañas. Ella murió en paz sabiendo que en vez de carnicera me hice prostituta. Un cuchillo poco afilado entraba en mis carnes púrpuras cada día encima de una cama blanca. Tu lo comprendiste antes que nadie mi gran amante. Finalmente eres tu el que juega al carnicero mientras yo me revuelco como un animal herido.
http://sphotos.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-snc1/hs110.snc1/4642_107190536018_619216018_2703232_7548643_n.jpg
leia,
bien buenos tus textos.
de aquí http://erotica-del-puerto.blogspot.com/
es gueno!
gracias por pasarte por mi blog, tu escritura fasina pega como un pico que cae con fuerza deja su huella sobre el asfalto dificil de olvidar es una caida sin fondo... seguire tu paso leyendote guillo
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