sábado, 26 de diciembre de 2009

son 2 señoras
una contigo
la otra contigo

las 2 en mí

a la una contigo quisiera clavarle mi clavícula en su cara,
hundirle mis uñas en su columna hasta que su pecho y mi pecho fuesen la misma cuestión.
ahí tendría una erección más brillante que el mismo amanecer,
justo cuando el sol nos esté hueveando en las frentes transpiradas de los dos.
jugar con sus pelitos cansados (y transpiraos también) de su chasquilla sería mejor que fumarse un cigarro.

la otra contigo quisiera atravesarle la cara con mi lengua,
preparar con sus labios de pan con carne mi once-comida,
en su pancita de flancito me serviría un caramelo con vino
y me quedaría allí como gato lamiendo leche,
concentrao, pero zarpao.
aah!... yo a ella quiero comerla, sí ya me suenan las tripas.

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