miércoles, 24 de diciembre de 2008

Para la persona a la cual le hice un traspaso de Cassette a CD

yo me enamoré de la manera en que me perdí entre Bustamante y Ramón Carnícer
porque confundí el 32 del número de tu edificio con el 61 de tu departamento
y de eso
me enamoré del conserje
que me miraba con cara de que yo le preguntara
algo le
pregunté por ti, me dijo que
marcara tu número en el tablero del cual me enamoré a penas
lo vi.
cuando respondiste no supe que eras tú, así que
no me enamoré de tu voz,
lo siento,
me enamoré sí del ascensor, antiquísimo,
de la reja que había que correrla!, oh! y eran dos!,
y del tablero, esta vez del ascensor.
y del pasillo a la puerta, el timbre de tu (*) y
de ti al abrirla (*puerta),
de tus manos al servirme agua, de tus brazos al
ofrecerme una silla, de tu
compañera de trabajo al sentarte, que me
saludó y luego conversó por teléfono y
de la cual
no pude despedirme pues no la quise interrumpir en su llamada.

tú buscando algo (yo en amor)
tú contando plata (ídem)
tú parándote y ya eso sería todo (ejem)
de la puerta abriéndose de s de de ntro, de conmigo y de tigo mirando hacia fuera de,
¿de cómo no enamorarme, por la rechupalla?

del calor de esa hora,
del sudor en mi frente
dél no queda nada,
yo me enamoro.




el autor no especifica si fue hombre o mujer, no tanto para que
el lector piense que él, quizás, sea homosexual
y así agregar algo de interesante
a su vida que no es para nada interesante (insiste, sic),
sino, más bien, para que usted, lector,

se identifique con el texto,
siendo usted hombre y/o mujer,

y así continuar con el eterno narcisismo aquél,
de buscar a uno mismo en los demás,

en vez de buscar un
nuevo
ser.

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